En este período se tejieron especialmente, como señala el profesor Bussy Genevois, un complejo y potente entramado de relaciones financieras y políticas. Indudablemente, las élites periodísticas priorizaban en su escala de intereses arrancar de los cenáculos políticos un sinfín de prebendas, favores y una provechosa ascendencia por encima del éxito de su periódico. La derivada resultante fue la formación de un profundo entramado de corrupción, que contagió todo el “sistema”. El propio Gabriel Maura llegó a afirmar, que «al propietario le importaba menos el negocio editorial, que la granjería política».
Un dato que sorprende a todos los curiosos que se asoman con interés a esta parcela de la Historia, es el apunte que atañe a la tirada de los rotativos. Seleccionando una fecha como 1887, verificamos que solamente en la capital… ¡Proliferaban 41 diarios y 37 semanarios! Realmente resulta chocante la enorme difusión de los periódicos, contemplando la exigua población española y fundamentalmente su alta tasa de analfabetismo:72% en 1877. Recordemos que países como Francia mantenía en este aspecto un índice del 15% o Bélgica un 34%. Esta reseña dejaba únicamente a un 28% del total del censo, es decir, a 4 millones de habitantes de los 16 millones que forman la población española, como potenciales lectores.
Pero, ¿cuáles eran los más leídos? He recabado la siguiente información que refiere al número de muestras lanzadas diariamente en 1880. Además me he detenido en alguno de ellos para exponer alguna breve y a mi juicio llamativa observación.
– El Imparcial: 40.772 ejemplares diarios. Un símbolo de la Restauración. Fue el periódico de mayor tirada e influencia en el último tercio del XIX. Las anécdotas sobre su influencia y prestigio son numerosas. Recoge Jesús Timoteo Álvarez, en su obra Restauración y Prensa de Masas, un chascarrillo atribuido a Sagasta: «Un día preguntaron a Sagasta, siendo Poder, si había alguna novedad política-Pues no lo sé, respondía don Práxedes, porque no he leído El Imparcial-«.
– El Globo: 23.870 muestras. En sus inicios, ideológicamente próximo a Castelar.
– El Liberal: 22.424 diarios. Con arrolladora fuerza llegará El Liberal en mayo de 1879, tras escindirse de El Imparcial. Su auge es tal, que en apenas 5 años se convertirá en el líder del periodismo nacional. La clave del éxito, la introducción de novedades y la frescura y claridad en sus exposiciones. Algunos autores han querido ver en El Liberal un atisbo de independencia frente a los poderes públicos. Por esta consideración sus productores se definían como «puros”. Ocuparía el centro político, crítico con el sistema, pero sin oponerse totalmente a él.
– El Siglo Futuro: 4.023 publicaciones. Vinculado al carlismo.
– La Época: 2.102 periódicos. No obstante y a pesar de la reducida reseña numérica, La Época se erigirá como demuestra el alto número de citaciones de sus competidores, en un diario de notable influencia muy superior al número de ejemplares tirados, actuando efectivamente como portavoz oficioso de las fuerzas conservadoras.
En el ala izquierda, predominarían los periódicos republicanos representados entre otros, por El Demócrata o El Manifiesto. Atesoraron una significativa menor tirada que los anteriormente citados, inclusive detentaron verdaderas dificultades para sobrevivir y sortear la censura. Aludamos en esta materia al “Tribunal especial para Delitos de Imprenta” o al “Decreto de 29-1-1875”, en virtud del cual se prohibía atacar directa o indirectamente el sistema monárquico constitucional. Sagasta suavizó este estado de cosas merced a la promulgación de la “Ley de Imprenta de 26-7-83”, por la cual se suprimía la jurisdicción especial, sometiendo los delitos cometidos a través de la Prensa al Código Penal.
Y para cerrar este pequeño informe, no quisiera dejar de mencionar las publicaciones de contenido satírico. Se trata de espacios de crítica política, repletos de ingenio y perspicacia y que guardan en sus relatos un extraordinario acento irónico, incisivo y mordaz. Destacaría en este entorno El Gil Blas, El Garbanzo o Los Puntos Negros.
¡¡¡Feliz Navidad y Próspero 2017!!!
Fuentes manejadas:
«Restauración y Prensa de Masas. Los engranajes de un sistema (1875-1883)». Jesús Timoteo Álvarez.
«Oratoria y Periodismo en la España del siglo XIX». María Cruz-Seoane. Fundación Juan March. Editorial Castalia, 1977.
«La Prensa», Daniele Bussy Genevois, en «La Historia de España» de Menéndez Pidal. Dirigida por José María Jover Zamora. Tomo XXXVI, «La España de La Restauración (1875-1902). Civilización y Cultura». Editorial Espasa Calpe. Madrid 2002.
«La Prensa de los siglos XIX y XX. Metodología, Ideología e Información. Aspectos Económicos y Tecnológicos». Manuel Tuñón de Lara. UCM 1986.