EL TEATRO DE LA COMEDIA EN LLAMAS. MADRID 1915

 

Un pavoroso incendio asoló en abril de 1915 este magnífico coliseo: “decoraciones, escenario, patio de butacas, todo en fin, lo comprendido entre las cuatro paredes del anfiteatro fue consumido”. La hecatombe fue enorme porque en los almacenes de la sala, se encontraban la práctica totalidad de muebles, tapices y objetos artísticos que servían para la escena. El empresario que gestionaba el recinto el sr. Escudero, que contempló además como se le quemaba parte de su mobiliario particular, calculó las pérdidas en aproximadamente 200.000 pesetas. El carismático propietario que ponía en escena las obras “con todo lujo y propiedad”, compraba de su bolsillo casi todo el mobiliario y atrezzo. Incomprensiblemente no tenía asegurado nada de sus posesiones.

Incendio Teatro

“La sala del Teatro de la Comedia vista desde el escenario, después del formidable incendio que destruyó completamente el edificio en la madrugada del 18 de abril. Había sido inaugurado en 1875 y estaba considerado entre los más bellos, cómodos y elegantes de la capital, amén del “más simpático y familiar”

Durante 24 horas Tirso Escudero permaneció impasible junto al teatro: “No acertaba a separarse de aquellos humeantes escombros, entre los que se había consumido en breves horas todo el producto del trabajo de muchos años. Envuelto en una vieja capa azul, única prenda que le ha quedado de su vestuario; con el sombrero caído hacia atrás, contemplaba con aparente serenidad los trabajos de extinción, atendiendo al mismo tiempo a los muchísimos amigos e innumerables periodistas que acudían a interrogarle”.

 Sala destruida

 “Aspecto de la sala y del escenario pasadas unas horas del inicio del fuego”

Además del dueño, la actriz Mercedes Pérez de Vargas fue la artista de la Comedia que mayor pérdida sufrió en el fuego. Cuando se entró de lo ocurrido se dirigió a la calle del Príncipe. Una vez allí y “venciendo la resistencia que le oponían cuantos le acompañaban, penetró en el lugar del siniestro”. La impresión que sufrió la notable actriz frente a aquellos enormes montones de escombros, todavía humeantes,  fue tan grande que cayó víctima del desmayo. Las pérdidas materiales sufridas por la eminente comediante ascendieron a unas 12000 pesetas entre trajes, alhajas, objetos de plata del tocador y un magnífico espejo.

La colosal consternación padecida entre los madrileños ante esta adversidad provocó que rápidamente al tener noticia del siniestro, “corriese hacia el lugar donde antes ocupaba la elegante y confortable sala de teatro, la multitud que tantas emociones de arte ha recibido en aquel coliseo (…) Ciertamente, ha sido la de la Comedia una muerte que todo Madrid deplora en el alma”

Calle del Príncipe 

“Aspecto de la calle del Príncipe frente a la puerta de entrada del Teatro al comenzar los trabajos de extinción del coliseo”

¿Pero dónde, cuándo y por qué se inició el fuego? Nada de eso se sabía “a punto fijo”. El Liberal subrayó que “la impresión dominante es que debió iniciarse al poco de haber terminado la última función”. La causa pudo ser un cortocircuito localizado en el guardamuebles del servicio de escena, sito en el fondo del escenario.

A continuación, “sordamente debió de ir trabajando el fuego hasta apoderarse de las decoraciones colgadas, extendiéndose a los telares,  bambalinas y saliendo a la sala por el boquete del escenario. Establecido el tiro de aire con la sala, pronto se adueñó de la techumbre, derribando con gran estrépito la armadura. A consecuencia del ruido originado por el derrumbamiento se percató el sereno de la calle del Príncipe, éste se apresuró franquear la puerta y observó lo que ocurría: la sala de espectáculos estaba convertida en una inmensa hoguera”. En definitiva, un auténtico desastre.

 

Bomberos

“Numerosos bomberos acudieron al lugar para sofocar el incendio. Dos de ellos acabaron gravemente heridos”.

 Bomberos actuando desde azotea próxima

“Miembros del Cuerpo de bomberos desplegados en las fachadas colindantes al teatro”.

Fabulosamente y como el ave Fénix, este carismático teatro pudo resurgir de sus cenizas, para presentar entre otros históricos estrenos,  «La venganza de Don Mendo» apenas tres años después.

Fuentes manejadas:

El Imparcial 19 de abril de 1915

El Liberal 19 de abril de 1915

El País 19 de abril de 1915

Mundo Gráfico 21 de abril de 1915

La Ilustración Española y Americana 22 de abril de 1915

Nuevo Mundo 24 de abril de 1915

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